Los quero y los huilloc son de las últimas comunidades igualitarias andinas que habitan en la provincia de Paucartambo, en el Cuzco, Perú. Son pueblos antiguos del Tawantisuyo o Imperio Inkaico. La cultura inca consideraba que la tierra (pachamama), los cerros, los animales, las plantas, el cielo y los seres humanos viven relacionados en profunda armonía Kausay Pacha.
Todo tiene su espíritu, está vivo y es sagrado. Viracocha es considerado como la luz originaria, Mama Quilla es la madre luna o madre del cielo, Pacha Mama la madre tierra y la fuente femenina de la que proviene el mundo material, Mama Sara la madre del maíz o del alimento, Inti el padre sol, Illapa el dios del rayo y Mama Cocha la diosa de las aguas.
Según la cosmología andina, todas las cosas existen en pares complementarios: hombre, mujer, día y noche, cielo y tierra. Hasta hace unos 60 años estas poblaciones vivían escondidas y resguardaban su sabiduría y sus tradiciones ancestrales.
Origen y cultura
Entre los Incas existe la leyenda que da origen a estas sociedades y dice así: en el inicio el dios Viracocha exaló el big bang y en este momento creó el éter, sobre el éter danzó el sonido y el sonido dio vida a al universo: la tierra, el sol, la luna y las estrellas.
En tiempos antiguos solamente existían los ñaupa machus seres ancestrales que vivían en las tinieblas, después el Inti (sol y luz originaria) creo una pareja divina Manco Cápac y Mama Ocllo, su hermana y esposa y dio luz a sus corazones. Ambos emergieron del Lago Titicaca para civilizar a la población y fundarel Imperio Inca en Cuzco.
Inti en quechua significa sol, e Inka, el hijo del sol; por esta razón, en muchas ocasiones se ha interpretado que los Inkas eran adoradores del sol, cuando una lectura más profunda nos enseña que tenían otro sentido del universo relacionado con la misma esencia de la vida y del hombre. Así, nosotros somos uno con inti, y habita a la altura del corazón.
En la cosmovisión andina, el cosmos está construido con energía. Todo tiene energía viviente, los animales, las plantas, los seres humanos.
En nuestro interior a la altura del corazón habita una semilla que puede desarrollarse y germinar de una manera natural si se conecta con esta energía del cosmos que es ilimitada.
A esta relación de reciprocidad con la Pachamama (tierra) y los Aphus (espíritus de la naturaleza) se llama ayni. El ayni conforma la esencia que estructura estas dos comunidades andinas, la quero y la huilloc y en esta correspondencia está el progreso del alma.
También se establecen estas relaciones generosas del dar y recibir en el ayllu, que es la casa-familia, la familia extensa o la comunidad. Allí la energía masculina y femenina viven equilibradas, armonizadas en una reciprocidad generosa y profunda que provoca fraternidad, calidad de vida.
Mitología
Una de los principales narraciones fundacionales del origen de los incas fue la de los hermanos Ayar. Explican que de la cueva de Pacaritambo , Casa del amanecer nació una generación expontánea, sin padres, de cuatro hermanos: Ayar Uchu, Ayar Cachi, Ayar Mango y Ayar Auca acompañados por cuatro
hermanas: Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Ipacura y Mama Raua. Los hermanos Ayar iniciaron un lento camino buscando el lugar apropiado para establecerse.
Los hermanos eran agricultores y cuenta Sarmiento de Gamboa (marino, escritor, historiador, matemático… y narrador de la historia de la conquista del Perú, Año), que en su peregrinación llegaron a cuatro leguas del Cuzco. También que Mama Huaco era una de las caudillas del grupo y que en el pueblo de Matagua, esta mujer “fortísima y diestra” tomó dos varas de oro y las lanzó hacie el norte, una cayó en Colcabamba, pero la tierra dura no permitió que hincase. La segunda la arrojó a un terreno llamado Guaya-naypata donde penetró suavemente.
También otros informantes contaron a Sarmiento de Gamboa (1943-1572 Historia de los Incas. Emecé Editores, Buenos Aires), que fue Manco Capac quién arrojó el bastón mágico que debía indicar el asentamiento definitivo…
Origen de la comunidad Quero
La comunidad quero es descendiente directa de los incas, no tienen idea de su antigüedad pero existen desde la fundación del imperio Inca que según datación científica es de 600 años antes de Cristo. Aunque el Amawta Fernando, místico y especialista de esta cultura andina, afirma que data de la 2a época del Tihuanacu, 12.000 años atrás, basándose en estudios arqueológicos del carbono 14 que se han realizado en Tihuanaku sobre los quero.
Con la llegada de Francisco Pizarro a las costas de Perú, una parte de la población quero emigró hacia la selva de Madre de Dios para proteger la sabiduría de los antepasados. Narran que llevaban consigo un disco solar que transmutaba la materia en oro y sanaba las enfermedades.
Viajaron desde el Templo de Oro de Coricancha, en el Cuzco, hacia el Valle Sagrado hasta fundar Paitiki, la ciudad perdida, construida en oro y que nunca ha sido encontrada.
Aquellos que no continuaron hacia la selva se quedaron en las montañas como los guardianes de esta ruta perdida. Desde entonces estos hombres y estas mujeres continúan trabajando y construyendo sus viviendas como en los tiempos del Imperio Inca.
Continuará…