A veces me preguntan porqué inicié el proyecto Matriarcados…
Durante el viaje que realicé por el mundo en el año 2004 estudiando todas las sensibilidades religiosas a través de la mujer, en el norte de la India visité la pequeña ciudad de Vindravan. La llaman la “Ciudad de las Viudas”. Allí me encontré con una realidad desoladora…
Cuando pierden a sus maridos, las mujeres de las castas más bajas de la sociedad india apenas tienen otra salida que irse a Vindravan, una pequeña ciudad sagrada al norte del país a 140 kilómetros de Nueva Delhi, en la que malviven de la caridad el resto de sus vidas.
En muchas ocasiones todo lo que el marido les ha dejado es una chabola de barro que se deshace con las crecidas del río y las lluvias. Nadie les ayudará a reconstruirla.
Otras veces su propia familia las abandona. Cada día al amanecer las miles de viudas que viven en Vindravan, unas veinte mil, son un tercio de la población, se dirigen a los dieciocho templos de mujeres que hay en la ciudad y comienzan las oraciones y cánticos a Krisna. Por ocho horas de rezos cobran unas rupias. Van vestidas de blanco, con ropas sucias y harapientas. Viven en la calle o en habitáculos muy pobres. Mendigan comida. Hay viudas de todas las edades, de 15 años, 24 años…y mayores.
En el pasado y durante muchos años se ejercía la costumbre “satí” cuando moría un señor, los indios acostumbraban a quemar con él a su esposa. Se dice que el karma de la mujer mató a su marido y por esta razón se las condena. Vindravan es un lugar donde ellas vienen a morir porque existe la creencia de que quien muere en Vrindavan se libera del ciclo de las reencarnaciones.
En el año 2012 la Corte Suprema de la India dictaminó leyes para ayudarlas con comida, atención médica y un lugar donde vivir “la casa de Krisna”, y aunque su situación ha mejorado, (algunas tienen trabajo y otras piden ayuda legal porqué tienen derecho a una pensión), la mayoría se quedan sin recursos.
La activista Mohini Giri, luchadora por los derechos de la mujer en la India afirma: “La mujer tiene que ser capaz por sí misma de subsistir y manejarse en sociedad para conseguir eliminar el patriarcado de la India. No somos inferiores, queremos los mismos derechos. Las viudas tienen que adquirir conocimientos legales para saber cómo pueden ser independientes, adquirir propiedades o encontrar un empleo y que la mujer fortalezca su rol en la sociedad india».
El reportaje que realicé ya hace años se publicó en el “Magazine dominical de la Vanguardia” poco después, pero el impacto que tuvo en mi corazón todavía pervive y me ha llevado a conocer y viajar a seis sociedades matriarcales donde la mujer es el pilar que estructura la sociedad https://matriarcados.com/matriarcados/: la sociedad minangkabau de Sumatra, la sociedad mosuo en China, las sociedades quero y huilloc en Perú, la sociedad bijagó en Guinea Bissau y las juchitecas de México. Este es mi legado.
Adjunto pdf de mi trabajo en Vindravan (conforma unas páginas del libro “La mujer y Dios” viaje a la espiritualidad de la mujer en el mundo).
