La comunidad quechua de los huilloc está situada en el Valle Sagrado de los incas. En la región de Cuzco se la conoce como la comunidad inca superviviente. Cuentan que el sol, viendo la pena de los hombres, creó una pareja, Manco Cápac, el hombre, y Mama Ocllo, su esposa y hermana, les colocó un cetro de oro y les encargó fundar un reino. Balbina Ichami vive en la primera casa después del cartel que anuncia la llegada a la comunidad. Sentada en el patio hila la lana de alpaca y va haciendo un gran ovillo. Con él tejerá alguna mantita para su casa o para vender. En esta tierra el tiempo se queda quieto y la gente en su día a día repite las costumbres de los antepasados en íntima relación con la pachamama (la tierra), los aphus (los espíritus de las montañas) y el cristianismo.

Anastasio Potori es el marido de Balbina y está trabajando en la chacra (parcela de tierra). Está plantando patatas. Balbina va a recoger un poco de leña para preparar la comida, ella nunca ha cocinado con gas. Hoy va a hacer sopa de moraya con verduras, zanahoria, apio y papa. Viven en una pequeña casa de piedra con techo de paja. Una sola habitación para todo. Se vive en un estado continuo de contemplación. La esencia de la pachamama se plasma en la cotidianidad en su día a día. El matriarcado es el orden divino-cósmico de la vida misma.

En la pareja se toman las decisiones entre el varón y la hembra. Cuando hay problemas se resuelven conversando. También pidiendo consejo a los mayores cuando el caso es muy importante. Balbina y Anastasio participan en las asambleas comunales una vez al mes y en la asamblea anual, donde se habla de los asuntos de la comunidad.

Entre los huilloc se promociona el turismo vivencial que muestra las costumbres y las tradiciones de los antepasados. En la aldea se han preparado treinta habitaciones en las casas de las familias para alojar a los turistas que llegan para conocer su cultura. A los visitantes se les explica cómo se cultiva la tierra, el baile de la wallata, cómo vestirse con el poncho, la montera (sombrero), la pollera o falda, cómo tejer… Hay varias asociaciones de artesanía donde las mujeres muestran sus tejidos y los venden.

Esta comunidad vive con el ayni, que es la reciprocidad y el trabajo comunitario entre la gente de la aldea, por ejemplo en la construcción de la casa, la siembra… todos participan. Se llama minca a los servicios de perfecta asistencia entre unos y otros.

La tierra es del Estado y se mantiene comunalmente. Cada persona tiene una parcela que labrar y una casa para la familia, pero no la puede vender. La economía es autosuficiente. La pachamama (la tierra) abastece el alimento. En la comunidad no hay violencia, se organizan rondas de hombres y mujeres para proteger las tierras.

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