Mis días en la isla de Orango Grande, en Guinea Bissau II

diciembre 2, 2021 Anna Boyé

Hace 3 días, cuando llegué a la aldea de Amburucu después de tanto tiempo, la población me organizó una fiesta de bienvenida.

Aporté para ella arroz, aceite, licor y cerdo. Las mujeres y los hombres me esperaban pacientes bajo un gran árbol al fresco de las ramas.

La temperatura era de 35º.

Traje de Barcelona para regalar muchas fotos (16 años atrás).

Sabado de 87 años, baloberra que es una sacerdotisa y mujer sabia que realiza ceremonias sagradas con las mujeres de la comunidad me dice que he hecho bien en traerlas, todas las baloberras que fotografié en el pasado están muertas y las imágenes serán un recuerdo preciado.

Segunda de Amburucu me toma de la mano y me da las gracias por volver.

Las mujeres se ríen con las fotos. Hemos colgado algunas e improvisado una exposición matriarcal.

Hay un gran jolgorio y me invitan a bailar. Siento en mi cuerpo toda la energía que da la felicidad de compartir.

Suena el tambor sagrado y no me resisto a bailar la danza de bienvenida, el kundere, que es el baile de iniciación al mundo adulto y también el baile que honra a los difuntos…