En el debate antropológico se recogen dos maneras de entender el concepto Matriarcado. Por un lado se ha interpretado como un sistema social donde las mujeres mandan y reproducen un esquema de organización social patriarcal. No se han encontrado datos etnográficos de la existencia de estas sociedades.
Por otro lado los casi veinte años de investigación que he dedicado al proyecto Matriarcados matriarcados.com me lleva a descubrir unas comunidades matriarcales donde el papel de la mujer es central y estructura una manera de entender la vida desde la paz, el bienestar común y la importancia del grupo. No es, por tanto, lo contrario del patriarcado sino una manera diferente de socializarse.
En las seis comunidades matriarcales que he estudiado el prestigio lo tiene el que más da, no quién más tiene, se busca el consenso por encima de la imposición. En ellas, la mujer tiene independencia económica y es respetada por su autoridad no coercitiva, su inteligencia y por las buenas relaciones con la comunidad.
El grupo de residencia es matrilineal, es decir, la descendencia se define por la línea materna y los hijos llevan sus apellidos, y matrifocal, que significa que la descendencia vive con la madre en casa del clan. Aunque cada comunidad tratada es un poco diferente.
Es común la adoración y el respeto hacia las fuerzas de la naturaleza: la tierra, el agua, los ríos, los animales. El cosmos es femenino y se manifiesta con fiestas del crecimiento de la cosecha. También hay sincretismo con otras religiones.
En estas comunidades las divisiones en el trabajo no implican desigualdad, sino que son vistos como diferencias complementarias para el buen funcionamiento de la sociedad. De esta manera las mujeres y los hombres son valorados por lo que aportan y son.
Comunidades investigadas: Bijagó, en Guinea Bissau, Mosuo, en China, Juchitecas, en México, Minangkabau, en Sumatra, Quero y Huilloc, en Perú.
comunidad minangkabau en Sumatra.
